El triunfo de la San Martín no se debió a un milagro santo, sino al empuje de un equipo que no quería morir en el intento. Por eso, cuando la clasificación parecía perdida, afloró muchas ganas y un toque de magia para ganar el partido.
La San Martín esta vez sí demostró por qué es el mejor equipo del Perú y tras ganarle 2-1 al Deportivo Quito, pasó a la siguiente fase de la Copa Sudamericana.
Sin embargo, el triunfo le costó mucho, porque encontró a un equipo ecuatoriano duro en la defensa, y con un frente de ataque comandado por el peruano José Fernández que peleó todos los balones arriba.
Encima los quiteños anotaron en el último minuto de la primera parte por intermedio de Checa. Fue como un baldazo de agua para los santos.
Para la segunda parte el ingreso de Pedro García le dio más vida a la San Martín, pero tampoco fue fácil doblegar a los ecuatorianos.
Un penal a los 78 anotado por Arriola motivó a los santos, pero el autor del gol en su intento por quitarle la pelota al arquero Bonard, para reanudar el partido, lo golpeó y se ganó la tarjeta roja.
Tres minutos después Alemanno de una chalaca espectacular, anotó el gol del triunfo e hizo explotar de júbilo a los pocos hinchas de la San Martín, que sí creyeron en su equipo.
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