Ni el calor ni la cancha sintética evitaron que San Martín derrote 2-0 a CNI en Iquitos. Arzuaga hizo los goles


Y fue un día que el "santo" descendió al infierno de caucho en Iquitos. Se olvidó del dolor, el calor, las ampollas y laceraciones que producirían un esfuerzo sobrehumano en aquel escenario, para dar paso a su mejor desempeño futbolístico.

El santo mulato posó su mano sobre el "Toro", disipó de su mente los alborotos de ánimo y lo hizo jugar como los dioses para celebrar un 2-0 sin atenuantes sobre CNI. Con la solvencia que lo caracteriza la universidad impuso sus pergaminos contra un timorato colegial.

El "santo" más aplicado que nunca ejecutó al pie de la letra el libreto que ensayó hasta el hastío en Lima. Toque preciso, triangulación del balón y la sorpresa en el ataque.

Y fue el "santo" que beatificó a Martín. Sí, fue San Martín Arzuaga quien hizo añicos el planteamiento de Cubilla, desnudó las falencias del cuadro "charapa" y demostró que los seis partidos perdidos consecutivamente no son obra de la casualidad. El "Toro" a los 9' embistió con furia en área loretana, recibió el pase de Hinostroza y con calidad dejó pasar al defensa para definir de zurda abajo. Arzuaga se ganaba el cielo con su destreza.

A los 32' una vez más el "Churrito" habilitó a Arzuaga, pase largo y el "Toro" en primera metió el sombrero sobre Hernández para estirar la cuenta. Fue el 2-0 y la gloria era suya. Sin ideas y abrumado por la presión de su público, el CNI nunca encotró el rumbo, mientras la visita hacia su negocio rotando el balón. Nada cambiaría la historia, el cielo fue del "santo", mientras el "charapa" se consume en un dantesco infierno que originó su directiva.

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