Todo parece indicar que Miguel Fernández está jugando sus últimos partidos con la camiseta de San Martín. En un fútbol donde los goles se cotizan en alza, la efectividad que el "Monito" mostró en las 35 jornadas que se jugaron en la B Nacional le abrió la puerta grande para dar el gran salto que imaginó cuando hace cuatro temporadas dejó Sportivo y recaló en La Ciudadela junto a sus hermanos Claudio y Oscar.
El jugador intenta manejar el tema con cierta prudencia. Sin embargo, no puede abstraerse a la ansiedad de saber que está cerca de concretar ese sueño que empezó acunar cuando su abuelo Oscar lo llevó a jugar en las inferiores de los "julianos": jugar en Primera. "En estos momentos, lo único que quiero es pensar en San Martín, que me dio la chance de trascender en el fútbol. A mi futuro futbolístico lo puse en manos de mi representante, que sabrá elegir lo que más me conviene", explicó el goleador "santo", una persona muy apegada a su familia, que vive en Villa 9 de Julio. "Ellos fueron el sostén en los momentos donde las cosas no me salían como ahora. Cada vez que convierto un gol, ellos son los destinatarios de mi celebración, especialmente Gastón, que es mi ahijado", comentó.
El futuro
El delantero le confirmó a LA GACETA que el próximo 30 de junio se vence el contrato que lo liga a la entidad de La Ciudadela y que espera tener la paciencia necesaria para no perder la calma. Las próximas semanas serán decisivas para saber dónde jugará la próxima temporada. "Siempre voy a estar agradecido por lo que San Martín significó en mi carrera, pero es el momento justo para dar un paso trascendental que me permita consolidarme en lo deportivo y en lo económico. Me gustaría volver a jugar en Primera (debutó con el "santo"). Pero si tengo que seguir en el club, bajo ningún aspecto me sentiré frustrado", explicó el "Monito".
Fernández reconoció que se siente molesto por algunas críticas que recibió porque durante tres o cuatro jornadas le costó convertir. "Mi tarea es hacer goles. Cuando eso no ocurre, mi tarea no conforma. El tiempo me enseñó que los goleadores tienen que saber manejar la ansiedad en los malos momentos. Soy un tipo respetuoso de la prensa, pero algunas veces escucho comentarios sobre mi tarea que me hieren como profesional y como persona. Eso no me gusta", señaló el delantero.
El regreso resultó una odisea
Un complicado regreso tuvo el plantel de San Martín desde Mar del Plata. El avión que partió ayer, a las 6.30 desde el aeropuerto "Jorge Newbery", fue desviado a Salta por razones operativas de la aeroestación tucumana. Las autoridades de la empresa que los transportó informaron a las 13 que el traslado desde esa provincia hasta el "Jardín de la República" se iba a hacer en micro. Esto se concretó a las 15. La delegación llegó 11 horas después del horario previsto inicialmente.
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"Me gustaría volver a jugar en Primera"
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